* Coachee: (Couchi) Es la persona que hace y se responsabiliza del proceso de cambio para conseguir su objetivo. También se le puede llamar cliente, pero nunca paciente.
¿Qué hace? ¿Qué NO hace?
El Coach: Hace preguntas, no da respuestas. De hecho hay que romper con la concepción de Asesor, Consultor donde hay una transferencia de información. El Coach sabe que el Coachee tiene todos los recursos necesarios para alcanzar su meta. Únicamente necesita hacerlos conscientes y ponerlos en uso. Confronta, Responsabiliza y Empodera. A través de técnicas especializadas, el Coach hace de espejo al Coachee en sus propias incoherencias, del mismo modo que también proyecta en ese espejo lo que sí es un talento o recurso en él para que se sienta poderoso, capaz y responsable de su estado actual y futuro, diseñando la mejor versión de sí mismo. El Coach No juzga, pues sabe que todo acto tiene una intención positiva. Emitir juicio colocaría al Coach en una posición de superioridad totalmente falsa y tóxica para la relación que mantiene con el Coachee, no sólo porque no hay nadie mejor que el Coachee para encontrar sus propias soluciones, si no también, porque cuando una persona comprende la finalidad última de sus actos, puede encontrar formas alternativas de conseguir lo mismo, con menos coste para sí mismo o para el su entorno, y ése es precisamente el cambio que estaba esperando.
El Coachee: Se trabaja a sí mismo. La coherencia consigo mismo, la escucha interna y el crecimiento continuo, es inherente a la profesión de Coach, pues todo lo que no sea eso, merma nuestras competencias y potencial a la hora de desempeñar la labor como Coach.
¿Cómo lo hace?
Algunos le llaman ciencia, otros arte, otros metodología… sea cual sea la palabra elegida al final puede resumirse en HACIENDO VISIBLE LO INVISIBLE. Es decir, que el Coachee se dé cuenta de todas la creencias, patrones, emociones no resueltas que le mantienen donde está y le impiden avanzar hacia su objetivo. Por otra parte, en ese proceso también hará consciente los recursos y potencialidades que tiene a su disposición. Cuando podemos verbalizar, y ser conscientes de todo lo invisible implicado en la solución, la meta está mucho más cerca.
¿Y después qué?
ACCIÓN, sin acción no hay Coaching, y lo que es aún más importante, sin acción no hay cambio. ¿Cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿con quién?, e incluso ¿qué te lo puede impedir? y ¿qué harás tu para que no sea así? Son las respuestas que el Coachee ha de encontrar y darse a sí mismo, hasta tener una ruta clara hacia su destino. Como broche final, todo buen Coach buscará el COMPROMISO del Coachee a llevar a cabo ese plan, haciéndole ver no sólo las consecuencias del incumplimiento si no los beneficios de llevar a cabo el plan.
Y hablando de acción, te invito a tí a coordinar una sesión!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario